viernes, 11 de enero de 2013

Orígenes y evolución del hombre

El hombre, como es bien sabido, pertenece al reino animal. Se dice también (de modo algo impreciso) que el hombre desciende del mono, y en efecto la cosa no parece inverosímil dadas las similitudes existentes con el chimpancé o el gorila. Se intentará aquí reconstruir nuestra historia a la luz de los yacimientos fósiles, señalando sin embargo que lo que se expone a continuación no es la única interpretación posible de los datos, puesto que quedan muchos puntos oscuros en la búsqueda de nuestros orígenes, y las opiniones de los investigadores siguen hoy en día siendo dispares.

Evolucion del hombre en biologia

- Los comienzos de la línea evolutiva del hombre: hace 70 millones de años


Nuestra línea evolutiva se inició hace 70 millones de años con un grupo de mamíferos insectívoros primitivos, parecidos a las musarañas, que colonizó los árboles. Eran los antepasados de los primates, el orden al que pertenecemos junto a los simios y a los protosimios (los primates más antiguos). Fue precisamente la vida arborícola la que determinó, por razones adaptativas, la consolidación de algunos caracteres que hicieron posible la evolución humana. En efecto, la vida sobre los árboles conllevó una presión selectiva a favor de una "mano" dotada de largos dedos con uñas planas (parecida a las nuestras) que podían extenderse para asir con fuerza y precisión las ramas, gracias asimismo a la aparición de un pulga oponible que podía cerrarse sobre los otros dedos. Otra adaptación provocada por la vida arborícola fue la mejora de la visión. Un animal que se desplaza y salta de rama en rama precisa calibrar las distancias: los primates poseen en efecto una vista aguda y están dotados de ojos en posición frontal (a diferencia de muchos animales que los tienen en posición lateral), la única que permite la visión estereoscópica. Ojos y manos fueron por tanto los elementos que permitieron la exploración del mundo de los árboles.

- Datos anatómicos, bioquímicos y genéticos señalan a los grandes monos antropomorfos como nuestros parientes más cercanos


Los datos anatómicos, bioquímicos y genéticos indican a los grandes monos antropomorfos (de la familia de los póngidos: los gibones, orangutanes, gorilas y chimpancés) como nuestros parientes más cercanos. Se puede decir por tanto que nuestra especie (de la familia de los homínidos) tiene un antepasado común con estos primates. Es sin embargo muy difícil establecer cuándo se diferenció la rama de los homínidos. Los fósiles de nuestros antepasados más lejanos fueron encontrados en África. Análisis recientes del ADN mitocondrial han confirmado que este continente fue la "cuna de la humanidad".

- Fósiles más antiguos encontrados de nuestros antepasados: Dryopithecus africanus o Proconsul


Los fósiles más antiguos encontrados corresponden a la especie denominada Dryopithecus africanus o Proconsul, encontrado en Kenya, que según los especialistas vivió hace unos 30 millones de años. El animal, menor que un pequeño mono, presentaba un cerebro más grande que el de los primeros primates y los dientes típicos de los monos antropomorfos.

- Consolidación de los ramapitecinos en detrimento de los driopitecinos


Entre los 14 y los 8 millones de años los driopitecinos, es decir el grupo sistemático al que pertenecía el Proconsul, disminuyeron en número mientras aparecían y se consolidaban los ramapitecinos. El Ramapithecus tenía unas dimensiones parecidas a las del Proconsul y, a diferencia de éste, podía probablemente sostenerse sobre las extremidades posteriores. Presentaba además una modificación en el aparato masticatorio: la ausencia de grandes caninos (que aún hoy caracterizan a los monos antropomorfos). Hoy en día se considera el Ramapithecus como un antepasado del orangután y no de los monos antropomorfos africanos.

- El género Australopithecus: homínidos


No disponemos de fósiles del período posterior a la presencia de los ramapitecinos; existe por tanto una gran laguna de varios millones de años de los que no ha quedado ningún testimonio. Para disponer de nuevo de datos concretos es preciso remontarse a unos 3-4 millones de años, con el descubrimiento de yacimientos de fósiles pertenecientes al género conocido como Australopithecus, al que pertenecen los primeros individuos de nuestra familia, es decir los homínidos (con este término se designa a aquellos seres capaces de caminar erguidos).

Los austrolopitecinos son un grupo heterogéneo que vivió en el período incluido entre 3,6 y 1,4 millones de años y está formado por diferentes especies.

Australopithecus afarensis


El más antiguo, el Australopithecus afarensis, fue descubierto en Etiopía, en la región de los Afar. Este hallazgo afortunado sacó a la luz casi la mitad del esqueleto de un individuo de sexo femenino que fue bautizado con el nombre de "Lucy". El análisis de la forma de los huesos, perfectamente conservados, permitió establecer que este homínido caminaba erguido de una forma parecida a la nuestra. La caja craneal podía albergar un cerebro aún relativamente pequeño (400 cm3: la capacidad cerebral del hombre actual es de 1.300 cm). La conquista del porte erguido y de la forma de caminar son, por tanto, dos progresos muy antiguos, que maduraron unos 2 millones de años antes que la evolución del cerebro. Otra especie de autralopitecino, más reciente que "Lucy", ha sido denominada Australopithecus africanus: algo más alto que su predecesor, este homínido tenía sin embargo su misma capacidad craneal.

+ Australopithecus rubustus y Australopithecus boisei


Los yacimientos de fósiles aparecidos permitieron identificar otras dos especies del mismo grupo: Australopithecus rubustus y Australopithecus boisei, ambos más grandes y más robustos que los anteriores.

- Los representantes del género Homo: Homo habilis y Homo erectus


Hace unos dos millones de años, cuando aún vivían los australopitecinos, otros homínidos poblaban diferentes regiones de África: eran los representantes del género Homo: Homo habilis y Homo erectus. Las hipotéticas relaciones del parentesco entre el género Australopithecus y el género Homo son aún objeto de disputa: según algunos, por ejemplo, Australopithecus africanus sería el antecesor de Homo. Según otros, este último representó una línea evolutiva independiente, surgida directamente del Australopithecus. El género Homo se diferenciaba claramente de los anteriores por algunos caracteres tales como la mayor capacidad craneal (alrededor de 800 cm3) y por su habilidad para fabricar utensilios: esta característica confirió precisamente la denominación de Homo habilis al primer tipo.

+ Homo erectus


El Homo erectus apareció hace 1,5 millones de años, es decir después del Homo habilis. Los fósiles encontramos atestiguan su presencia y difusión por todo el mundo prehistórico además de África. Importantes yacimientos de fósiles fueron encontrados en Java (hombre de Java o pitecantropo), en China (hombre de Pekín o sinantropo) y en Europa. La estructura del Homo erectus era bastante parecida a la del hombre actual, salvo por el cráneo, más robusto, y por los arcos supraorbitales prominentes. Su capacidad craneal oscilaba entre los 700 y los 1.250 cm3. La refinada producción de utensilios se basaba en el trabajo de hachas de mano con forma de lágrima (piedras de sílex trabajadas en varias facetas y posteriormente afiladas como un cuchillo). Este homínido fue el primero en dominar el fuego y en vivir en las cavernas. El paso del Homo erectus al Homo sapiens, documentado por algunas formas fósiles intermedias, sucedió muy probablemente hace unos 200.000 años, con dos subespecies: primero el Homo sapiens neanderthalensis y posteriormente el Homo sapiens sapiens, la forma actual a la que pertenecemos.

- El hombre de Neanderthal


El hombre de Neanderthal, descendiente del Homo erectus, es llamado así por el lugar del yacimiento (el primer fósil fue encontrado junto al Neander, un afluente del Rin), era más robusto y más musculoso que el tipo moderno y presentaba algunas diferencias óseas en el cráneo y sobre todo en las mandíbulas y en los arcos supraorbitales, aún prominentes. Los neanderthales usaban un mayor número de utensilios más perfeccionados que los de sus predecesores y enterraban a sus muertos, a menudo acompañados de alimentos y armas, prueba de un elevado nivel de civilización. Hace unos 30.000 años el hombre de Neanderthal desapareció súbitamente, quizá se extinguió, o al cruzarse con el Homo sapiens sapiens fue asimilado genéticamente por éste.

- Homo sapiens sapiens: Cro-Magnon, Francia suroccidental


Los primeros restos de individuos de Homo sapiens sapiens fueron hallados en Cro-Magnon, en Francia suroccidental. Ya a partir del paleolítico, este Homo sapiens sapiens es casi idéntico físicamente a sus descendientes actuales. Sin embargo, sus primeros representantes no manifiestan aún diferenciaciones raciales tan acentuadas como en la actualidad. Forman un grupo relativamente homogéneo en el que están presentes una serie de caracteres hoy en día dispersos entre los distintos tipos. Éstas se desarrollaron y se establecieron geográficamente a partir del neolítico, el momento en que se establecieron las condiciones climáticas actuales y el sedentarismo agrícola de las poblaciones.

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