jueves, 8 de mayo de 2014

Pulpos y sepias: moluscos evolucionados

Los moluscos, como los pulpos y sepias a los que hoy nos referiremos, tienen el cuerpo blando y compacto, a menudo encerrado en una concha dura. Tres son las clases fundamentales de moluscos (gasterópodos, lamelibranquios o bivalvos, y cefalópodos), pero los que están más evolucionados biológicamente son los cefalópodos. Tienen dimensiones notables, hasta el punto de alcanzar a veces proporciones gigantescas (¡el calamar gigante puede llegar a 18m!). Todos ellos viven en el mar, cerca de la costa o sobre el fondo, pero también son abundantes en alta mar.

El pulpo es un tipo de molusco

Activos depredadores capaces de rápidos movimientos, los moluscos tienen una piel rica en cromatóforos, células que contienen gránulos de pigmento que permiten al animal cambiar de color. Sepias, calamares y pulpos poseen una bolsa en conexión con una glándula que segrega un líquido negro, la "tinta" que el animal expele para enturbiar el agua y huir así del ataque de sus depredadores.

- Los pulpos: cefalópodos dibranquiados


Los cefalópodos se dividen a su vez en dibranquiados y tetrabranquiados. Los más interesantes son los primeros, entre los cuales se cuentan, por ejemplo, la sepia, el pulpo almizclado, el calamar. Los pulpos, algunos de los cuales pueden alcanzar dimensiones colosales, construyen su guarida sobre el fondo marino, acumulando detritos y piedras; son carnívoros y se alimentan sobre todo de crustáceos. Poseen un sistema nervioso muy desarrollado y tienen comportamientos muy elaborados con respecto a su posición en la escala evolutiva.

Varias experiencias han demostrado que son capaces de adquirir nuevas nociones y de sacarles beneficio: algunos pulpos, en el transcurso de 24 horas, consiguen destapar un tubo de vidrio cerrado por un tapón de seguridad que contiene un pequeño cangrejo. Todo ello, obviamente, ¡para alimentarse del apetitoso crustáceo! Pero no todos los pulpos son tan inteligentes: esta habilidad (basada en el método de ensayo y error) sólo se observa en el 50% de los casos y, una vez adquirida, el animal la recuerda incluso días después del experimento. El pulpo, entre otras cosas, vive sólo 2 o 3 años.

- La sepia


También la sepia pertenece a los cefalópodos: tiene el cuerpo ojival, comprimido, provisto de dos aletas laterales y con una coloración que varía del amarillo al marrón e incluso al verde.

La cabeza de la sepia, muy abultada, está provista de cuatro pares de tentáculos situados en torno a la boca y armados con dos mandíbulas córneas en forma de pico de loro.

La características más singular de este animal es la voluminosa "glándula de la tinta". La tinta le sirve a la sepia para envolverse, si algo la molesta, en una densa nube negra que la oculta casi por completo. Bajo el tegumento dorsal se encuentra el denominado "hueso de sepia", pluma o jibión, una formación calcárea residuo de la concha.

Las sepias habitan en las costas mediterráneas, atlánticas y de los mares del Norte. Viven sobre fondos arenosos y fangosos, hasta unos cien metros de profundidad, y se alimentan de pequeños peces y de crustáceos que cazan principalmente de noche. Los huevos (denominados "uvas de mar"), grandes como un grano de uva y negros, son depositados en grupos sobre objetos sumergidos. Además de la capacidad de ocultarse con la nube negra, las sepias son habilísimas en el arte del camuflaje, y adoptan el mismo color que el fondo. Muy característico es su sistema de natación basado en el principio de la propulsión a chorro, que les permite realizar eficientes y rapidísimas maniobras, incluso en marcha atrás, y eludir así cualquier perseguidor.

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