lunes, 11 de agosto de 2014

Los abismos oceánicos

Durante mucho tiempo se creyó que los abismos oceánicos, fríos y oscuros, estaban deshabitados y eran inhabitables; parecía imposible que pudiesen albergar ninguna forma de vida. Luego, las exploraciones de los fondos marinos efectuadas con sondas y dragas demostraron que la vida animal está presente por doquier, incluso a las profundidades máximas.

Peces de las profundidades abisales

- Los ojos del ser humano, en los abismos oceánicos


Ya en 1860, cuando se instaló un cable submarino para las telecomunicaciones en el Mediterráneo, se encontraron trazas de vida animal hasta unos 2.300 metros de profundidad. El 23 de enero de 1960, cuando Jacques Piccard y el lugarteniente de la marina americana Don Walsch llegaron al fondo de la fosa Challenger, a 10.740 metros bajo la superficie del océano Pacífico, una nueva conquista vino a añadirse a la historia natural. Por primera vez en la historia, los ojos del ser humano conseguían ver directamente, y desde cerca, un mundo que hasta entonces sólo había estado poblado por monstruos fantásticos. En esta primera explotación apenas fueron dos las señales de vida advertidas en las profundidades abisales: "un pez plano similar a un lenguado y una gamba roja". Desde entonces los conocimientos sobre el mundo de las tinieblas se han ampliado mucho.

- Uniformidad en el ambiente abisal en todos los océanos


El ambiente abisal es uniforme en todos los océanos, dado que los abismos comunican ampliamente entre sí: incluso los organismos que los pueblan presentan características similares. Como que estas zonas son frías, con una temperatura comparable a la de las aguas superficiales de los mares polares, la flora y la fauna son del tipo de aguas frías.

- Características de los animales de las grandes profundidades abisales


Estos animales se caracterizan por la presencia de órganos de los sentidos particulares, que modifican o sustituyen al aparato visual normal, y tienen la capacidad de soportar grandes presiones gracias a las adaptaciones de sus envoltorios externos y a la regulación del régimen de presión de sus líquidos internos. La vejiga natatoria de los organismos que viven a grandes profundidades se hincha de un modo enorme e incluso puede explotar, cuando los animales son transportados a la superficie.

- ¿Cómo son los peces abisales?


Generalmente pequeños, los peces abisales tienen bocas muy grandes, armadas con dientes típicos de depredadores carnívoros. Gráciles apéndices plumosos, cuerpos a veces enbellecidos por espectaculares puntos de luz, con el doble objetivo de reclamo y de advertencia, completan su fisonomía. En cuanto a la coloración, los peces abisales son a menudo transparentes.

+ Los ojos de los peces abisales


Los ojos, prominentes y a veces telescópicos, están desarrolladísimos, adaptados como están para captar en este mundo vacío y silencioso cualquier pequeña señal, cualquier signo de vida.

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