No existe una única clasificación de los climas ya que podemos considerar numerosas combinaciones de elementos y factores sobre los cuales establecer una subdivisión de éstos.
Además, se tiene que tener en cuenta también la escala a la cual nos queremos referir. De hecho, sobre vastas áreas (océanos y continentes) no se tienen en consideraciones situaciones climáticas locales particulares y se adopta una clasificación de máxima simplicidad que considere sólo pocos factores y elementos, resultando de esta forma un número limitada de climas distintos. Por otro lado, yendo al detalle y queriendo considerar áreas de menor dimensión, se deben necesariamente valorar también de situaciones locales que se distinguen entre ellas y que introducen en el ámbito de los climas definidos a gran escala una posterior subdivisión.
- Clasificación de los climas en base a las franjas térmicas
En función de la insolación y, en consecuencia, de la temperatura, es posible distinguir sobre la superficie de la Tierra una serie de franjas con características diferentes, denominadas franjas térmicas, que permiten una primera clasificación de los climas a escala global.
Las franjas térmicas son cinco: tenemos una zona tórrica, comprendida más o menos entre los dos trópicos, a la cual le corresponde un clima tropical; dos zonas templadas, extendidas desde los trópicos hasta casi los polos, que se caracterizan por un clima templado; dos zonas glaciares, a la latitudes mayores que los círculos polares, en las que el clima es polar.
Obviamente, aparte de estos climas a escala planetaria, es posible individualizar diferentes climas que hacen referencia a regiones cada vez menores y ligados a situaciones locales (por ejemplo, el clima oceánico, ligado fuertemente a la vecindad del océano y el opuesto clima continental, el cual es típico de áreas geográficas lejanas de las masas oceánicas).
- La clasificación de los climas de Koppen
El climatólogo ruso Vladimir Koppen (1846-1960) propuso, en los años treinta, una clasificación de los climas, basada en dos elementos climáticos: la precipitación y la temperatura y sobre las características y distribución de la vegetación, que depende de los dos elementos considerados. La clasificación que se obtiene está constituida por cinco clases climáticas indicadas por las primeras cinco letras mayúsculas del alfabeto, subdivididas en tipos climáticos indicados por una letra minúscula al lado de la letra de la clase climática. Las cinco clases son: climas húmedos tropicales (A), climas áridos o secos (B), climas templados cálidos (C), climas templados fríos o climas de nieve (D), climas polares o de hielo (E).
+ Climas húmedos tropicales (A)
Los climas húmedos tropicales se caracterizan por una temperatura constantemente por encima de 18 ºC durante todo el año y por precipitaciones muy abundantes (incluso 12.000 mm de lluvia al año). La vegetación es en consecuencia próspera y numerosa y la vida animal es abundante y con gran variedad de especies (aproximadamente el 90% de las especies terrestres conocidas). Las plantas que viven en esta clase de clima son conocidas como megatermas y para su supervivencia necesitan temperaturas medias anuales no inferiores a 18 ºC. Son conocidos también como climas cálido-húmedos.
. Clima ecuatorial (Af)
El clima ecuatorial (Af) es uno de los tres tipos climáticos en que es posible subdividir la clase de los climas cálidos húmedos. Afecta a un área que se extiende entre las latitudes 10º norte y 5º sur. Los rasgos típicos son la elevada temperatura, que se mantiene sobre medias mensuales de 25-30 ºC y la abundancia de precipitaciones durante todo el año (siempre por encima de 2.000 mm anuales). Estos fenómenos provocan en la práctica la ausencia de la alternancia de las estaciones, aunque es posible encontrar dos máximos en la intensidad de las lluvias que corresponden a los equinoccios (lluvias cenitales).
Típica del clima ecuatorial es la selva pluvial constituida por abundantes plantas siempre verdes (que no pierden nunca las hojas), presentes en una gran variedad de especies que ofrecen un hábitat (ambiente de vida) ideal para una gran variedad de especies animales (muchas probablemente aún desconocidas). En zonas lagunares o costeras la selva pluvial da lugar a los manglares (plantas que desarrollan sus raíces en el agua). El clima ecuatorial es típico de grandes áreas de América del Sur, del África central, de Asia y del Pacífico, donde existen cuencas fluviales muy extensas y ricas en agua como, por ejemplo, la del río Congo en África o la enorme cuenca del Amazonas ocupada por la mayor selva pluvial del mundo, la selva amazónica, considerada como el pulmón verde de la tierra.
. Clima tropical (Aw)
El clima tropical (Aw), que se localiza justo al norte y al sur de la zona de clima ecuatorial y, por lo tanto, a los márgenes de las grandes selvas pluviales, se caracteriza por temperaturas aún muy elevadas, con medias anuales superiores a los 20 ºC, pero, sobre todo, por la menor cantidad de precipitaciones respecto al clima ecuatorial.
Así, se pueden distinguir dos estaciones: una seca, con escasas precipitaciones que coincide con el invierno, y una húmeda, con lluvias abundantes a menudo torrenciales, que coincide con el verano. Es un clima intermedio entre el ecuatorial y el clima árido.
Las precipitaciones, a medida que nos alejamos del ecuador hacia los trópicos, tienden a disminuir cada vez más hasta concentrarse en los pocos días alrededor del pasaje del Sol por el cenit.
La selva pluvial es sustituida aquí por amplios prados de hierba alta, de hasta dos metros, con matorrales y árboles característicos localizados en grupos, como por ejemplo, el baobab y los tártagos que constituyen el típico paisaje de la sabana. Sólo a lo largo de los ríos, y gracias a las condiciones de humedad constante, la densificación de árboles es mayor hasta formar la llamada selva de ribera dentro de la cual circula el curso de agua. La sabana es el hábitat de los grandes herbívoros (como los elefantes, las jirafas, los antílopes, etc.) y de sus depredadores carnívoros (como el conocido "rey" de la selva, el león, el guepardo, etc.).
. Clima monzónico (Am)
El clima monzónico (Am) es un clima intermedio entre el ecuatorial de la selva pluvial y el tropical de la sabana. De hecho se caracteriza por precipitaciones muy abundantes, como en el caso del clima ecuatorial, y por la alternancia de dos estaciones, una húmeda y otra seca, como en el caso del clima tropical. Las precipitaciones se concentran en el período de mayo hasta octubre cuando sopla el monzón desde el mar hacia tierra, y que lleva consigo abundantes lluvias prácticamente ininterrumpidas, mientras que de octubre a mayo, cuando el monzón sopla desde tierra hacia el mar se tiene una sequía constante. La alternancia de estas dos estaciones de seis meses cada una produce una vegetación abundante, con plantas siempre verdes y caducifolias (que pierden las hojas en la estación seca) de tronco alto, similares a las de la selva pluvial.
A la selva monzónica se la como jungla. Las especies animales son abundantes y similares a las de los climas tropical y ecuatorial.
El clima monzónico es característico de una gran parte de la India, Indochina y la costa oriental de Madagascar.
+ Climas áridos (B)
Típica de este clima es la escasez de precipitaciones que por norma general no superan los 250 mm anuales, pero que pueden, en estas zonas, faltar por años enteros. Dependiendo de la temperatura se tendrán climas áridos cálidos y fríos.
. Clima árido cálido (Bw)
El clima árido cálido (Bw) muestra una temperatura media anual de alrededor de los 18 ºC, temperatura media del mes más frío superior a 6 ºC y altas amplitudes térmicas diarias (diferencias de temperatura entre las horas diurnas y las nocturnas) de hasta 40 ºC, además de las escasas o nulas precipitaciones. El clima árido es debido a la presencia continua de anticiclones, que a causa de la alta presión, impiden el movimiento ascensional del aire y por tanto la formación de nubes y de precipitaciones. Los climas áridos cálidos presentan también una elevada temperatura diurna que favorece una fuerte evaporización de la posible poca humedad presente en el suelo después de las escasas lluvias. Además, la ausencia de vapor de agua en el aire y por tanto la escasez de nubes hace que el efecto invernadero sea mínimo. Esto hace que la radiación solar llegue directamente al suelo, provocando un rápido e intenso recalentamiento, mientras que por la noche se da un intenso enfriamiento, ya que la radiación terrestre hacia la atmósfera no es interceptada por la capa de nubes.
El paisaje propio de este tipo de clima está constituido por desiertos: extensiones de arena en dunas (acumulaciones de arena por acción del viento) o extensiones de piedras sueltas, en los que la vegetación es nula o escasa con hierba corta y matorrales con espinas capaces de retener al máximo la poca humedad del terreno (plantas xerófilas). Típico del desierto son los vados: lechos de antiguos ríos erosionados por la acción del viento donde se acumula el agua de las esporádicas lluvias imprevistas y violentas. Normalmente el agua de estas lluvias se infiltra rápidamente en el terreno alimentando los acuíferos del subsuelo. Cuando los acuíferos subterráneos llegan a la superficie se forman los oasis donde crece una frondosa vegetación. La abundancia de agua y la rica vegetación ayuda a los animales (dromedarios, camellos, etc.) a sobrevivir y a los hombres que habitan las inhóspitas tierras desérticas a poder dedicarse a la agricultura y fundar asentamientos. Los desiertos ocupan grandes áreas occidentales y centrales de los continentes extendiéndose a lo largo de una franja alrededor de los trópicos.
El Sáhara en el África centro norte es el desierto más extenso del mundo y ocupa un área tan grande como Australia. Otros grandes desiertos son: el del Kalahari, en África meridional; el gran desierto de Arena, en Australia; el desierto de Atacama y la Puna, en los Andes; el desierto del Nefud, del Neged y de Rub en Arabia Saudita; el desierto de Mohave, en California, etc.
Entre las causas de la desertización progresiva de grandes áreas del globo hay, sin lugar a dudas, la acción poco responsable del hombre que, con la violenta deforestación de muchas regiones para crear nuevas zonas de cultivo e industria (a veces inútiles y dañinas), crea las condiciones idóneas para la progresiva transformación en desierto de regiones enteras de la Tierra por obra de los agentes atmosféricos que modelan y erosionan el suelo.
A ello contribuye, además, la intención por parte del hombre de dominar y controlar las aguas continentales y marinas sin una valoración previa de los posibles efectos dañinos que en el ambiente y a largo plazo se pueden producir.
. Clima árido frío (Bs)
El clima árido frío (Bs) se distingue por la temperatura media del mes más frío menor de 6 ºC con mínimas que llegan a -30 ºC en el mes más frío y máximas de unos 20 ºC durante el mes más caluroso. La amplitud térmica diaria no es tan elevada como la anual ni como en el tipo climático precedente. La aridez viene provocada por la distancia del mar y por la presencia de relieves montañosos que impiden el paso de masas de aire húmedo y por tanto la generación de precipitaciones. Estas regiones áridas frías se encuentran generalmente en las zonas internas de los continentes a latitudes mayores que las de los trópicos. La vegetación está constituida por escasas plantas xerófilas (hierbas y matorrales adaptados a vivir en condiciones áridas) que dan un aspecto de pradera llamada estepa, muy desarrolladas en las zonas predesérticas relativamente húmedas que hacen de transición entre desiertos cálidos y fríos. Donde disminuyen la humedad la estepa se empobrece y las condiciones de vida se vuelven más difíciles con inviernos cada vez más fríos a medida que la altitud aumenta. La fauna característica de estos tipos climáticas está constituida por animales pequeños (roedores y reptiles). Animales de tamaño superior como el bisonte, el coyote y el canguro se pueden encontrar, en cambio, en las áreas predesérticas que limitan con desiertos cálidos o fríos. Los desiertos fríos más grandes se encuentran en Asia central (desierto de Gobi), en Sudamérica (Patagonia) y en EUA al oeste de las Montañas Rocosas.
+ Climas templados cálidos (C)
A latitudes más elevadas que las tropicales, al límite con las zonas áridas cálidas y con los climas húmedos tropicales, se encuentran áreas climáticas templadas que son precisamente parte del tipo clima templado cálido. Se caracterizan por una alternancia de estaciones distintas entre ellas, incluso por lo que se refiere a la distribución de las precipitaciones. Los climas de este tipo presentan unas temperaturas mínimas anuales comprendidas entre los 18 ºC y -3 ºC y unas temperaturas medias de aproximadamente 20 ºC en el mes cálido y unos 5 ºC en el más frío. La vegetación está constituida por plantas llamadas mesotermas, es decir, que se han adaptado a vivir en el ambiente de las temperaturas medias de este clima (alrededor de unos 15 ºC como valor medio anual).
. Clima mediterráneo (Cs)
El clima mediterráneo (Cs) toma el nombre de este mar por ser éste el principal factor climático a lo largo de las costas de los países que lo bordean. Los veranos son calurosos y secos, los inviernos se caracterizan por temperaturas moderadas, y los máximos de precipitación se dan en el período otoño-invierno. La amplitud térmica anual que es más bien elevada y la relativa sequía durante el verano condicionan el tipo de vegetación, la cual constituye la famosa maquia mediterránea. La maquia mediterránea está constituida por matorrales adaptados para soportar los períodos de sequía, con plantas aromáticas y siempre verdes entre las cuales se encuentran, por ejemplo, el romero, la adelfa, el mirto, el brezo, etc.; plantas de tronco alto siendo las más típicas, por ejemplo, el olivo selvático, hoy día casi completamente sustituido por el olivo cultivado; el pino, el almendro, la higuera, el ciprés, la encina y el alcornoque. Los animales característicos adaptados al clima mediterráneo son, por ejemplo, los muflones, hoy en día bastante raros, las liebres y numerosas especies de pájaros, tanto migratorios como no migratorios.
Además de la cuenca del mar Mediterráneo, el clima mediterráneo es característico también de las costas del mar Negro, de las de California, y de las del sur de Sudáfrica.
. Clima subtropical húmedo o clima monzónico chino (Cf)
El clima subtropical húmedo o clima monzónico chino (Cf) es un tipo de clima de transición entre el clima monzónico y el árido frío de Asia central. Típico de las regiones central y meridional de China, además de algunas áreas de Japón y Corea, el clima subtropical húmedo se caracteriza por precipitaciones muy abundantes en la estación veraniega y por la falta de una verdadera estación seca. Las temperaturas medias se mantienen elevadas (16-18 ºC), pero con amplitudes térmicas muy pronunciadas, tanto que incluso se dan períodos de heladas. La vegetación está constituida por una asociación de plantas megatermas como, por ejemplo, las orquídeas y el bambú, y por plantas mesotermas como por ejemplo la magnolia; se dan también plantas xerofilas, típicas de climas áridos, y plantas caducifolias, características de los climas templados. Tanto el clima mediterráneo como el subtropical húmedo pueden ser clasificados como climas subtropicales.
. Clima marítimo oceánico (Cf)
Temperaturas medias mensuales entre 0 y 15 ºC en el período del año, veranos frescos, inviernos apacibles y precipitaciones abundantes en todas las estaciones son las características típicas del clima marítimo oceánico (Cf). La vegetación forma bosques de caducifolias de hoja larga (árboles que en invierno pierden las hojas como, por ejemplo, los robles, las hayas y los abedules) y brezales formados por arbustos y hierbas. Ciervos, lobos y osos habitan las regiones afectadas por el clima oceánicos que caracteriza los márgenes occidentales de los continentes a latitudes medias o hasta latitudes subpolares (costas noruegas) gracias a la influencia de las corrientes marinas cálidas (corriente del Golpe).
+ Clima templados fríos (D)
Esta clase climática presenta largos y fríos inviernos con escasas precipitaciones, principalmente de nieve, y veranos cálidos y húmedos de duración cada vez menor a medida que nos movemos hacia las latitudes altas.
. Clima continental húmedo (Df)
Veranos breves y cálidos junto con inviernos muy rígidos y largos (hasta ocho meses) son las características principales del tipo climático continental húmedo (Df). La dureza del clima (0 ºC en las noches de verano) condiciona la vegetación, la cual forma bosques de caducifolias de hoja larga; en las zonas continentales más internas, donde las precipitaciones son más escasas, la estepa-pradera sustituye a los bosques caracterizando, con su paisaje de hierbas y arbustos, grandes áreas del norte de Europa, de Siberia meridional y de Norteamérica, principalmente la zona fronteriza entre EUA y Canadá.
. Clima continental subártico (Dw): la taiga
Se caracteriza el clima continental subártico (Dw) por los inviernos muy largos (más de ocho meses) y rigurosos con temperaturas mínimas inferiores a -60 ºC en Alaska y en Siberia oriental. La temperatura del verano no supera los 20 ºC y esto basta, a pesar de la presencia de nieve y hielo en el suelo durante más de cinco meses, para permitir el desarrollo de una vegetación de coníferas (plantas microtermas, en el mes más cálido, comprendidas entre 0 y 14 ºC, como por ejemplo los pinos y los abetos), que forman un bosque específico llamado taiga. La fauna es pobre, pero aumenta en el período veraniego por la llegada de animales migradores. Este tipo de clima, además de afectar a enormes regiones a altas latitudes, en Asia, Europa y Norteamérica, también se da en cordilleras montañosas más al sur, en una zona comprendida entre los 1.500 y los 2.500 metros de altitud.
+ Los climas nivales o polares (E)
Se caracterizan los climas nivales o polares (E) por temperaturas inferiores a 10 ºC incluso durante el mes más cálido (julio, en el hemisferio norte), y por precipitaciones muy escasas debido a la presencia de áreas anticiclónicas permanentes en las latitudes polares típicas de esta clase climáticas. El terreno por debajo de una delgada capa superficial está permanentemente helado y por ello se le da el nombre de permafrost.
. Clima subpolar (Et): la tundra
Gracias a las temperaturas superiores a 0 ºC en el mes más cálido puede desarrollarse una vegetación de plantas equistotermas (es decir, que necesitan una temperatura de unos 0 ºC), la cual está integrada por musgo, líquenes, hierbas y abedules sanos, llamada tundra.
Los únicos animales que habitan de forma estable la tundra son el buey almizclero y un pequeño roedor, el lemming.
La tundra se da en grandes áreas del hemisferio norte en Norteamérica, Europa, Asia, Islandia y en el sur de Groenlandia.
. Clima nivoglacial o polar (Ef)
Característico de la Antártida y de Groenlandia en donde sólo se dan dos estaciones correspondientes a la noche y al día polar de seis meses cada. Las pocas precipitaciones son exclusivamente de nieve y el paisaje está dominado por enormes extensiones de hielo perpetuo que cubre tanto las tierras emergidas (casquete glaciar) como las aguas marinas (bancos de hielo). En el período del verano, de los bancos de hielo pueden desprenderse enormes bloques de hielo (iceberg) que viajan a la deriva empujados por corrientes marinas llegando incluso a bajas latitudes donde pueden causar serios problemas a la navegación. La parte sumergida del iceberg, que constituye 8/9 de las dimensiones totales de estas montañas de hielo, puede representar un peligro muy serio de colisión para los barcos, como ocurrió con el Titanic. El hielo perpetuo impide cualquier tipo de vegetación, mientras que la fauna es bastante abundante debido a la importante cantidad de pesca de estos mares que permite a pingüinos, focas, morsas, y osos polares habitar las gélidas regiones polares. El clima polar es también típico de las crestas más elevadas de las grandes cadenas montañosas y es conocido como el clima de alta montaña.
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- La climatología
+ Introducción a la climatología
+ Factores y elementos del clima
+ Las regiones climáticas españolas
+ Las variaciones climáticas y la influencia del hombre