miércoles, 6 de marzo de 2013

La raíz en la planta

La raíz es la parte de la planta situada por lo general bajo tierra; se origina a partir de la radícula primaria del embrión, que se diferencia en numerosas unidades formando un aparato radicular muy complejo.

Raiz de planta

- La raíz principal o raíz nabiforme


En algunos vegetales, la raíz principal, que procede directamente de la radícula primaria, adquiere un notable predominio sobre las demás, como sucede por ejemplo en la zanahoria, y se denomina raíz nabiforme.

- Las raíces fasciculadas


En cambio, en otros casos, como en el trigo, la raíz principal y las raíces laterales o secundarias se desarrollan de forma similar: se habla entonces de raíces fasciculadas. A través de este órgano subterráneo, la planta no sólo se fija con fuerza al suelo, sino que toma directamente del mismo el agua y las sustancias minerales disueltas, esenciales para su crecimiento y desarrollo. Como es natural, existe una estrecha relación entre el crecimiento de la parte aérea de una planta y el de su raíz: cuanto más voluminosa es la copa, conjunto de ramas y hojas, más sólida debe ser la fijación del árbol al suelo para poder resistir el ímpetu de las ventiscas. En los lugares empinados y batidos por los vientos, por ejemplo, se observan aparatos radiculares que se extienden a lo largo de varios metros.

- Las raíces según el tipo de suelo


Allí donde el suelo es rocoso, las raíces se desarrollan en superficie y son nudosas. Por el contrario, en los suelos sueltos y profundos se hunden casi perpendicularmente.

- Las raíces no sólo precisan agua, sino también aire


En los suelos demasiado compactos o pantanosos, poco aireados, acaban muriendo. Si sumergimos en agua ramitas de enredadera, de adelfa o de geranio, observaremos que, al cabo de poco tiempo, emiten pequeñas protuberancias, denominadas raíces adventicias.

+ Las raíces aéreas


Algunas plantas tropicales emiten raíces aéreas, como por ejemplo las hermosas orquídeas que viven sobre los troncos de otras plantas, epífitas (del griego epi, "sobre", y phyton, "planta"). Sus raíces colgantes están cubiertas por un tejido esponjoso, denominado velo, que absorbe el agua de la atmósfera y de la lluvia. También la higuera de Bengala emite unas ramas especiales que llegan hasta el suelo, al que se fijan ayudando a la planta a sostenerse. de aquí su nombre de raíces zancos (fulcras) o columnares.

+ Las raíces en los manglares


Aún más singulares son los manglares, bosques tropicales costeros que viven con las raíces hundidas en los cursos de agua o en el mar, y que para obtener aire puro elevan unas protuberancias especiales. Éstas poseen pequeñas aberturas para facilitar los intercambios de gases y reciben el nombre de raíces respiratorias o pneumatóforos.

+ Las plantas parásitas y el papel de la raíz


Existen por último plantas parásitas, cuyas raíces están transformadas para poder perforar los tejidos de los vegetales que las hospedan y llegar de esta forma al cilindro central para succionar la linfa de los vasos conductores.

- Morfología de la raíz


Si se observa con una lupa el extremo de una raíz (ápice radicular), se aprecia que aparece cubierta por una especie de capucha, denominada cofia, caliptra o pilorriza. Protegidas por estas cápsulas apicales se encuentran algunas capas de células meristemáticas que se dividen continuamente, dando origen a los tejidos diferenciados definitivos. Tras la zona apical se encuentra la región pilífera, constituida en gran parte por células superficiales que se alargan hacia el exterior formando unos filamentos muy finos (pelos radicales). En general, estos pelos son muy numerosos (hay hasta 400 por mm) y su función consiste en penetrar entre los microscópicos gránulos del suelo, adherirse a ellos y absorber el agua y las sustancias minerales.

Su vida, sin embargo, es muy corta, puesto que a medida que la raíz se alarga y la pilorriza se aleja caen, siendo sustituidos por otros nuevos que se forman más cerca de la cofia.

+ Disposición de los haces conductores en la raíz


En la raíz, la disposición de los haces conductores (vasos leñosos y tubos cribosos) es muy característica: en una sección transversal se observan en el centro los haces de leño y de líber dispuestos en radios alternos. Esta estructura primaria permanece durante toda la vida en algunos tipos de plantas. En otras, entre las que se encuentran las más majestuosas del mundo vegetal, el crecimiento en espesor de la raíz se da por medio de un estrato de tejido meristemático denominado cámbium, que se encuentra entre el xilema y el floema. Esta capa genera cada primavera nuevos vasos leñosos hacia el interior y nuevos tubos cribosos hacia el exterior, formando poco a poco una serie de anillos concéntricos. La raíz quedaría sin protección externa si otro meristema, el felógeno, no generase hacia el exterior corcho, y felodermis (tejido parenquimático) hacia el interior. Esta nueva organización anatómica, consiguiente al crecimiento en grosor, es denominada por los botánicos estructura secundaria de la raíz.

La radícula primaria ha ido transformándose por tanto en una raíz capaz de sostener el peso de todo el tronco, pero resulta entonces inadecuada para absorber las soluciones nutritivas del suelo. Esta tarea es asignada a las partes más jóvenes, al ápice de la raíz, que al renovarse continuamente se adentra en el suelo. Algunos experimentos han demostrado que las raíces de maíz crecen hasta 5-6 cm al día, mientras que el aumento medio total de las raíces de una planta de centeno madura ha sido estimado en unos 5 km diarios, sin tener en cuenta los pelos radicales, cuyo crecimiento diario en una única planta se sitúa alrededor de los 90 km.

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