lunes, 23 de marzo de 2015

Acontecimientos catastróficos: los tornados, las trombas marinas y los huracanes

Los tornados, las trombas marinas y los huracanes son procesos ligados al movimiento en remolino del aire que, si bien a escala muy diferente, provocan daños importantes y a veces pérdida de vidas humanas.

Huracanes y tornados

- Los tornados


Los tornados se dan más frecuentemente en el centro de Estados Unidos, en el nordeste de la India y en Australia, aunque sin embargo están difundidos por todas las áreas tropicales y subtropicales del planeta. Se trata de torbellinos en forma de tromba que se extienden formando un embudo desde el suelo hasta las nubes, en el interior de la cual el aire se desplaza a velocidades muy elevadas (500 km/h de media con puntas de 800 km/h) constituyendo un remolino ciclónico de diámetro variable desde unos 50 a 100 metros hasta un máximo de 1.000 metros en el suelo.

Afortunadamente son fenómenos de breve duración que son generados por temporales de carácter térmico o provocados por un frente cálido. Generalmente el desplazamiento de una masa de aire caliente seco sobre un aire frío y húmedo desencadena la anomalía térmica y bárica que provoca los violentos movimientos convectivos ascensionales que caracterizan los temporales y que, si son particularmente intensos, generan los tornados.

La estación más favorable es, pues, el verano, pero tampoco es extraño que se desencadenen en las otras estaciones. La gran destrucción que dejan después de su paso es debida, además de a la elevada velocidad de avance, sobre todo a la repentina e intensa disminución de presión, en el interior del remolino, que causa las explosiones de los edificios por expansión del aire que encierran y la aspiración hacia arriba de todo lo que el tornado recoge a su paso.

- Las trombas marinas


Parecidas a los tornados son las trombas marinas que se forman en la superficie del océano o del mar. El movimiento en remolino tiene la capacidad de levantar agua marina a algunos metros de altura transportando consigo esta agua salada hasta la costa cercana dejándola caer en forma de lluvia copiosa. Las trombas marinas avanzan a una velocidad de unos 30-50 km/h llegando, en ocasiones, a 80 km/h.

- Los huracanes


Los huracanes, conocidos también con el nombre de ciclones tropicales o tifones, son en cambio las perturbaciones más grandes en conjunto más destructivas conocidas ya que pueden durar incluso algunos días llegando a afectar muchas regiones en un frente de avance muy extenso (centenares  de kilómetros).

Las zonas más activas de formación de huracanes son la del golfo de México, las Filipinas y los océanos en latitudes tropicales (8º - 15º N y S).

En estas latitudes convergen los alisios de los dos hemisferios (zona de convergencia intertropical) creando un área central de calma en el interior donde se forma el llamado ojo del ciclón, que es el punto más destructivo del mundo.

En los márgenes externos, el aire caliente es húmedo y tiende a subir en altura, donde el aire se enfría condensado el vapor de agua que genera lluvia y calor. Este fenómeno provoca temperaturas y humedad excesivamente elevadas en el centro del huracán, lluvias torrenciales y vientos arremolinados con velocidades elevadísimas, generados por aspiración continua del aire hacia el centro del ciclón por la baja presión que se da en éste. De esta manera se crea un enorme ciclón que es alimentado por el calor cedido por la superficie del océano al aire y por la baja presión localizada en el ojo. Los huracanes en el hemisferio norte son más frecuentes en los meses de agosto y septiembre y se dan preferentemente en las primeras horas de la tarde, es decir, en los períodos más cálidos.

Los vientos arremolinados pueden llegar a velocidades impresionantes de 250 km/h, y en ciclones muy grandes alrededor del ojo pueden incluso llegar a 800 km/h. En el momento en que llegan a la costa son muy destructivas dejando daños enormes tras su paso hasta que lentamente llegan a desaparecer a medida que van avanzando en los continentes.

Actualmente, gracias a un mejor conocimiento científico y a las mejores técnicas disponibles, se puede prever su llegada; son útiles, por ejemplo, los radares aéreos de reconocimiento que, penetrando en el ojo del huracán, son capaces de determinar la posición exacta y de dar información sobre la temperatura y la velocidad del viento: datos indispensables para estudiar la evolución del ciclón.

Conocidos con el nombre de huracán en el océano Atlántico, son llamados ciclones en el Índico, tifones en el Pacífico y Japón, y willy willy en Australia.

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- La meteorología


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