Los glúcidos son biomoléculas constituidas por átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno, en la proporción que indica su fórmula empírica. Pueden contener excepcionalmente átomos de otros elementos, como nitrógeno, azufre o fósforo. Estos compuestos suponen hasta un 90% de las biomoléculas orgánicas en algunos organismos; de ahí su importancia biológica.
- Los glúcidos, también conocidos como hidratos de carbono o carbohidratos
Se conocen también como hidratos de carbono o carbohidratos, debido a que, inicialmente, se pensó que estaban formados por una estructura carbonada hidratada con moléculas de agua; hoy se sabe que esto no es así, aunque su fórmula empírica pueda sugerirlo.
Químicamente, los glúcidos son aldehídos y cetonas con múltiples grupos hidroxilo. Los más complejos contienen, además, otros grupos funcionales orgánicos.
- Los monosacáridos: los glúcidos más simples
Los glúcidos más simples se denominan osas o monosacáridos.
La unión de estos monómeros da lugar a moléculas más complejas llamadas ósidos, que pueden contener un número variable de osas e incluso asociarse a otras moléculas diferentes, como lípidos y proteínas.
- Los ósidos
Los ósidos se pueden clasificar en varios grupos:
+ Holósidos
Son ósidos constituidos únicamente por osas. Según el número de monómeros unidos, se diferencian:
. Oligosacaridos
Contienen entre 2 y 10 monosacáridos. Los más importantes son los disacáridos, que resultan de la únión de dos monosacáridos.
. Polisacáridos
Están formados por múltiples unidades repetitivas de monosácaridos. Por su composición, se dividen en dos grupos:
Homopolisacáridos. Se forman por la repetición de un único monómero.
Heteropolisacáridos. Su composición es más variada, ya que contienen más de un tipo de monómero.
+ Heterósidos
Son compuestos complejos que surgen de la combinación de un conjunto de monosacáridos con fracciones moleculares de naturaleza no glucídica, como proteínas, lípidos u otras moléculas orgánicas diversas: por ejemplo, alcoholes y fenoles.