jueves, 29 de diciembre de 2016

Los taquiglósidos, también conocidos como equidnas

Los equidnas, también conocidos como taquiglósidos e incluso osos hormigueros espinosos, son una pura contradicción andante. A menudo son clasificados como especies con pico, aunque no tienen pico en el estricto sentido de la palabra, sino que tienen un hocico alargado que puede ser más o menos largo. Y aunque se parecen a los osos hormigueros, no están emparentados con ellos.

Equidnas y biologia

Estos equidnas son monotremas, es decir, son mamíferos que ponen huevos. Estos taquiglósidos, junto con los ornitorrincos, son los únicos monotremas conocidos.

- Tamaño y características de los taquiglósidos


Los equidnas suelen alcanzar tamaños entre 36 y 76 centímetros, con pesos que van desde los 2,5 a los 10 kilogramos. Las espinas pueden alcanzar longitudes de hasta 5 centímetros de largo.

Los machos de los equidnas, al igual que los de los ornitorrincos, tienen espolones en sus patas traseras, aunque los utilizan para funciones totalmente diferentes. Los ornitorrincos machos los utilizan como arma defensiva venenosa, pudiendo competir con otros machos durante la época de reproducción.

Por otro lado, los equidnas machos segregan una sustancia lechosa por estas espuelas durante la temporada de reproducción, pudiendo funcionar a modo de atrayente aromático para las hembras, según estudios.

Como curiosidad, en la composición genética del equidna se encuentran los genes necesarios para sintetizar el veneno de los ornitorrincos, pero estos genes no se encuentran en expresión, por lo que probablemente sean restos de la historia evolutiva que ambos comparten.

Además, tanto machos como hembras poseen una bolsa en su vientre, aunque son las de las hembras las utilizadas para albergar a la cría en su época joven. Poseen dos grandes aperturas verticales, justo detrás de los ojos, donde se encuentran sus oídos, los cuales son muy sensibles. Algo que complementa con la sensibilidad de sus hocicos, los cuales pueden sentir las vibraciones del ambiente a través de ellos.

- Hábitat y hábitos de los equidnas


Actualmente los equidnas solo se encuentran en Australia y Nueva Guinea, teniendo la más amplia distribución de cualquier mamífero nativo de Australia. En estas zonas prefieren los prados alpinos, los bosques costeros y los desiertos interiores.

Los equidnas son animales muy solitarios, aunque no son territoriales y están totalmente acostumbrados a compartir su área de acción con otros individuos de su especie.

Son activos durante el día, aunque durante los meses más cálidos gran parte de ellos pasan a tener hábitos nocturnos con el objetivo de evitar las altas temperaturas diarias. La temperatura corporal de estos taquiglósidos ronda los 32 grados Celsius, principalmente debido a su muy lento metabolismo. Es por esta razón por la que pueden llegar a vivir hasta 50 años. Durante los meses de invierno pasan a la hibernación, necesitando de temperaturas inferiores a los 25 grados Celsius para poder pasar a esta fase.

+ Dieta de los equidnas


Estos animales no tienen dientes, por lo que su alimentación se basa principalmente en termitas, hormigas y otros invertebrados que puede encontrar por el suelo. Al parecer, su comida preferida son las larvas de escarabajos. Con sus fuertes garras se ayudan para romper los tocones abiertos, pudiendo así llegar a las termitas con su larga lengua. Esta lengua, en su longitud máxima, puede llegar a alcanzar los 18 centímetros de longitud.

- Reproducción


La época de reproducción de los equidnas se da entre julio y agosto, aunque es un proceso bastante inusual. Los penes de los machos tienen cuatro cabezas, aunque solo utilizan dos en cada cópula ya que las hembras solo tienen dos ramas en su tracto reproductivo. Van alternando las cabezas usadas en cada cópula, manteniendo siempre al máximo la cantidad de esperma secretado para así poder competir con los demás machos.

A veces, durante la hibernación, los machos entran en la madriguera de una hembra y se aparea con ella mientras duerme, despertándose posteriormente embarazada y sin saber cómo ha llegado a ese estado.

Por lo general, una hembra pone un único huevo por vez, el cual tarda en incubarse aproximadamente 10 días. Cuando sale el pequeño equidna del huevo mide apenas 12 milímetros y pesa menos de 1 gramo.

Este pequeño equidna se queda en la bolsa materna durante 6 u 8 semanas, tiempo suficiente para que crezcan y se endurezcan sus espinas. Los bebés equidna se alimentan de la leche de su madre a través de los poros de las glándulas mamarias (los monotremas no tienen pezones) hasta los 7 meses de edad, cuando pasan ya a alimentarse de pequeños invertebrados del suelo.

- Conservación


Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el equidna se encuentra actualmente en peligro de extinción, con una disminución de casi el 80% de la población en los últimos 50 años.

Actualmente se intenta proteger a estas especies en zonas protegidas, aunque la pérdida de hábitats potenciales sigue actuando en contra de la conservación de esta especie.

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Artículo redactado por Pablo Rodríguez Ortíz, Graduado en Biología por la Universidad de Málaga.