sábado, 23 de julio de 2016

La digestión y absorción de los alimentos

La digestión es el proceso a través del cual se transforman los alimentos que hemos ingerido en sustancias más simples, las cuales pueden ser introducidas en el interior del cuerpo a través de un proceso llamado absorción.

Alimentos y biologia

- Digestión y absorción de carbohidratos


La primera enzima que actúa sobre los carbohidratos es la amilasa, a nivel de la boca. Cuando llegan al estómago, el pH ácido hace que la amilasa de la boca quede inactiva y se dé una digestión puramente mecánica. Posteriormente en el intestino se da la acción de la secreción pancreática e intestinal.

La secreción pancreática libera una serie de enzimas, entre ellas otra amilasa, la cual actúa sobre estos carbohidratos desde la pared del intestino. Otras enzimas importantes son la lactasa y la fructasa.

- Digestión y absorción de proteínas


La digestión de proteínas comienza en el estómago con una enzima llamada pepsina, que se activa a través del pepsinógeno gracias a la acción del ácido clorhídrico. Cuando el alimento pasa al intestino da lugar a la acción de las secreciones pancreáticas e intestinales, donde encontramos dipeptidasas, tripeptidasas y enteropeptidasas.

A diferencia de los carbohidratos, se da absorción tanto de aminoácidos como de péptidos, tripéptidos y pequeños polipéptidos. La absorción de aminoácidos se da a través de un cotransporte con el ión sodio. En el caso de los dipéptidos también se da un cotransporte, pero con protones. Para los pequeños polipéptidos se da un transporte mediante endocitosis.

- Digestión y absorción de lípidos


Ya en la boca se da una digestión de lípidos gracias a la lipasa lingual. Cuando los lípidos llegan al estómago se da la actuación de la lipasa gástrica, degradando y cortando en moléculas más sencillas.

Luego en el intestino encontramos dos secreciones importantes, la secreción biliar y la lipasa pancreática, la cual sigue degradando y digiriendo lípidos.

Las grasas en el tracto intestinal se emulsionan, formando gotas de lípidos difíciles de digerir. En este caso actúan las sales biliares, que rompen las gotas de lípidos y permiten que la lipasa actúe sobre ellas. Además, también actúa la colipasa, eliminando las sales biliares que ya han hecho su función y permitiendo el mejor funcionamiento de la lipasa pancreática.

Una vez digeridas las grasas encontramos monoglicéridos, ácidos grasos y colesterol, los cuales serán absorbidos a través de los enterocitos mediante difusión.

Una vez se encuentran en el enterocito, estos monoglicéridos, ácidos grasos y colesteroles vuelven a unirse, formando el quilomicrón en el retículo endoplasmático. Este quilomicrón se coloca dentro de una vesícula, la cual va directamente al vaso linfático para unirse a la sangre posteriormente, a nivel de la vena cava.


- Absorción de vitaminas


En el caso de las vitaminas liposolubles, como pueden ser la vitamina A, la E o la K, se absorben a través de difusión en la membrana del propio enterocito.

En el caso de las vitaminas hidrosolubles, como pueden ser la vitamina B o la C, es necesario que sean transportadas al interior de los enterocitos a través de una serie de transportadores.

- Regulación de la digestión y absorción


+ Control nervioso. Sistema nervioso entérico


Este control nervioso necesita de un estímulo, que puede ser nervioso, a través del pH, por osmolaridad o a través de diferentes metabolitos. Estos estímulos locales deben ser recibidos por unas células capaces de captarlos, las neuronas sensitivas. Estas neuronas sensitivas envían la información a las interneuronas locales, las cuales la procesan y envían la respuesta a las células eferentes.

Tanto las neuronas sensitivas como las interneuronas locales y las eferentes se encuentran localizadas en el tracto digestivo, en un centro de integración propio que se conoce como sistema nervioso entérico (SNE). Cuando la integración se da por parte del SNE sin que participe el cerebro o la médula espinal hablamos de un reflejo corto. Cuando sí intervienen, se habla de un reflejo largo, como por ejemplo los estímulos externos (olores, sabores, etc.).

+ Control nervioso y endocrino integrado


Este control integrado mediante el sistema nervioso y endocrino se divide en tres etapas o fases, la fase cefálica, la gástrica y la intestinal.

. Fase cefálica

En la fase cefálica todo comienza con un estímulo externo, el cual llega a unos receptores sensoriales que captan el estímulo y se lo llevan al SNC a través de neuronas aferentes. Con esto se da la estimulación del sistema nervioso autónomo parasimpático, el cual estimula la secreción de saliva en la boca además de la activación del SNE.

En este SNE se estimulan los movimientos peristálticos suaves a nivel de esófago y estómago y la liberación de gastrina en el estómago. Se trata de una fase preparatoria para la ingesta de comida, poniendo en marcha el organismo para cuando lleguen los nutrientes.

. Fase gástrica

Se inicia cuando el quimo entra en el estómago. La presencia de diferentes metabolitos parcialmente digeridos en el estómago (proteínas) y la distensión de las paredes del estómago son los estímulos que dispararán esta fase. Toda esta información se procesa a modo de reflejos cortos.

La respuesta del sistema a esta información es la liberación de gastrina, ácido clorhídrico y pepsinógeno. Además, la gastrina estimulará la motilidad gástrica, provocando movimientos peristálticos y movimientos de segmentación y mezcla, ambos gran intensidad. También encontramos la motilina, una hormona que refuerza la acción de la gastrina.

. Fase intestinal

Esta fase se inicia cuando el quimo llega al intestino. La llegada de las sustancias ácidas y los metabolitos aumentan la presión osmótica del medio, lo que sirve como señal para iniciar la respuesta. Esto implica un aumento del pH para bajar la acidez del medio y una baja en la motilidad del intestino.

Como respuesta se libera la hormona secretina a la luz del tubo, la cual estimula la liberación de bicarbonato, neutralizando la acidez del ácido clorhídrico. Además, esta secretina también va a inhibir el movimiento y la secreción a nivel del estómago.

La presencia de grasas en el intestino estimulará la liberación de la colecistoquinina (CKK), la cual estimulará la contracción de la vesícula biliar para liberar la bilis al intestino. Esta CKK también estimulará la secreción pancreática e inhibirá la movilidad gástrica.

Por otro lado, la presencia de carbohidratos es un estímulo para liberar GIP (péptido inhibidor gástrico), lo que libera la señal al páncreas para que estimule la secreción de insulina. En esta fase también encontramos a la motilina, la cual controla el movimiento a nivel intestinal. Por último hablamos de la somatostatina, la cual inhibe la secreción de ácido clorhídrico a nivel estomacal.

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Artículo redactado por Pablo Rodríguez Ortíz, Graduado en Biología por la Universidad de Málaga.