martes, 1 de septiembre de 2015

Las mitocondrias | Biología celular (VII)

Las mitocondrias constituyen las máquinas energéticas de las células eucariotas aeróbicas, dado que además de ser capaces de llevar a cabo oxidaciones moleculares, es el orgánulo donde se localiza la cadena respiratoria, fuente del ATP celular.

Mitocondria y biologia celular

- El número de mitocondrias: según el tipo celular y necesidad energética


Son orgánulos de doble membrana y de morfología muy variada. El número de las mitocondrias depende del tipo celular y de las necesidades energéticas que presenten. Un hepatocito, por ejemplo, puede tener mil y dos mil unidades; un número mucho mayor que el de una célula epitelial. Se encuentran distribuidos uniformemente por todo el citoplasma, aunque tienden a predominar en aquellos puntos donde puede haber una demanda energética. Por ejemplo, en la base de un flagelo, ya que para que se produzca su movimiento se requiere de energía en forma de ATP.

- Estructura y composición de las mitocondrias


Al ser un orgánulo de doble membrana, presenta dos espacios internos. A la membrana más periférica se la denomina membrana externa, mientras que a la que queda por debajo, membrana interna. Entre estas dos membranas está el espacio intermembrana, cuya función no es tan decisiva como la matriz mitocondrial. Ésta se encuentra delimitada por la membrana interna, se podría decir que es la "cavidad" interna de la mitocondria, espacio donde tienen lugar muchas de las rutas bioquímicas celulares. La membrana externa es lisa, mientras que la interna presenta unos pliegues o crestas que se introducen en la matriz. Es la forma que tiene la célula de aumentar la longitud de la membrana, sin aumentar el volumen ocupado por el orgánulo.

Así como el espacio intermembrana presenta una escasa actividad metabólica, la matriz, por contra, presenta una gran diversidad de reacciones. Es un medio acuoso donde se localizan las enzimas del ciclo de Krebs y de la oxidación de los ácidos grasos.

- Teoría endosimbiótica


Según la teoría endosimbiótica, las mitocondrias (y también los cloroplastos) eran en un tiempo remoto organismos procariotas aeróbicos que se asociaron con células unicelulares primitivas. Quizás fuesen ingeridas y tras ser capaces de sobrevivir en el citoplasma de la célula huésped, comenzaron a multiplicarse y dividirse junto con la otra célula. Para que esta relación perdurase en el tiempo el único tipo de relación viable que se podía dar era la simbiosis, tipo de asociación entre dos organismos, los cuales salen beneficiados. Así, las mitocondrias proporcionarían a la célula primitiva energía en forma de ATP gracias a su cadena respiratoria. Mientras que la célula huésped proporciona un lugar seguro donde desarrollarse y un aporte de nutrientes de forma regular.

Existen muchas pruebas a favor de esta teoría endosimbiótica, pruebas que se apoyan en las características que comparten las mitocondrias con las bacterias actuales. Por ejemplo, la existencia de un material genético propio en la mitocondria que se divide como el de las bacterias, o un sistema de doble membrana.

----------

- Artículos de la serie sobre biología celular


+ Introducción a la biología celular (I): la organización celular

+ Introducción a la biología celular (II): la membrana plasmática

+ Introducción a la biología celular (III): el citoplasma y los ribosomas

+ Introducción a la biología celular (IV): el retículo endoplasmático

+ Introducción a la biología celular (V): el complejo o aparato de Golgi

+ Introducción a la biología celular (VI): lisosomas y peroxisomas

+ Introducción a la biología celular (VIII): el citoesqueleto

+ Introducción a la biología celular (IX): el núcleo celular

+ Introducción a la biología celular (X): la célula vegetal

+ Introducción a la biología celular (XI): el ciclo celular