domingo, 7 de junio de 2015

Los singulares habitantes de las islas: las Galápagos, Nueva Zelanda y Madagascar

El archipiélago de las Galápagos es famoso por haber sido meta del viaje realizado por Darwin a bordo del bergantín Beagle en 1835. Después de este viaje, el conocido científico empezó sus estudios sobre la distribución de las especies animales y sobre la adquisición de específicas adaptaciones en base a la alimentación y al ambiente ocupado.

Indri de Madagascar y biologia
Sobre estas líneas, un indri, primate de la familia índridos, exclusivo de Madagascar.

- Las Galápagos: tortugas gigantes, iguanas marinas y pinzones


+ Las tortugas gigantes de las Galápagos (Testudo elephantopus)


Las tortugas gigantes de las Galápagos (Testudo elephantopus) viven asociadas en grupos y durante el día, moviéndose muy lentamente, se alimentan de plantas herbáceas crasas, su alimento favorito.

En caso de sequía persistente, las tortugas gigantes de las Galápagos se desplazan a las inmediaciones de los cursos de agua. Apáticas y con un metabolismo muy bajo, las tortugas son muy dóciles.

Están entre los vertebrados más longevos, ya que pueden llegar a los cien años de edad. Bajo las placas de su caparazón tienen una carne grasa, tierna y sabrosa como las de nuestros pollos de grano. Lejos de su ambiente natural, las tortugas difícilmente consiguen sobrevivir.

+ Las iguanas marinas de las Galápagos


Además de las tortugas gigantes, las Galápagos albergan las grandes iguanas marinas, que viven sobre los escollos rocosos, donde se nutren de algas que obtienen zambulléndose en las aguas del mar.

+ Los pinzones de Darwin


Pese a las notables dimensiones de estos reptiles, los protagonistas más interesantes de la fauna de las Galápagos son las 14 especies de aves conocidas como pinzones de Darwin.

Tortuga gigante de las Galapagos

- Nueva Zelanda: los tuátaras y los kiwis


Igualmente interesante es Nueva Zelanda, único lugar del mundo en el que viven los reptiles del orden rincocéfalos.

+ Los tuátaras, reptiles del orden rincocéfalos


Estos reptiles son los tuátaras, nombre maorí de las dos especies actuales del género Sphendodon (la tercera se extinguió a principios del siglo pasado), la segunda de las cuales (S. guentheri) fue "redescubierta" en 1990 aunque ya había sido descrita en 1877. La otra especie, mucho más conocida (Sphenodon punctatus), cuenta con 60.000 ejemplares y, a pesar de la estricta protección de que goza desde 1895, hoy está confinada a unos 30 islotes costeros situados todos ellos frente a la isla Norte de Nueva Zelanda.

Una de las características más extrañas de los tuátaras es su tasa metabólica muy baja. Su dieta se compone de artrópodos, lombrices y caracoles; ocasionalmente, también comen huevos y crías de aves y, no con poca frecuencia, individuos de su propia especie, sobre todo crías.

+ Los kiwis (género Apterix)


Sin salirnos de Nueva Zelanda, hace un tiempo eran allí numerosos los kiwis (género Apterix), aves totalmente incapaces de volar y de aspecto curiosísimo. La caza despiadada, la introducción de carnívoros foráneos en la isla por los exploradores europeos y sobre todo, la tala de los bosques (su hábitat preferido) para hacer espacio a los terrenos cultivados, diezmaron las poblaciones de kiwis, especialmente de una de las especies, el kiwi moteado menor (Apteryx owenii) que hoy sólo vive en algunos reductos de la isla Sur. La especie más conocida, el kiwi común (Apteryx australis) todavía es relativamente abundante. Las tres especies del género gozan de una protección total.

 Los kiwis son aves de cuerpo rechoncho, cuello corto y alas reducidas a muñones. Sus patas cortas y macizas, provistas de cuatro dedos, les permiten ser unos excelentes corredores y caminadores. Su plumaje, de color pardusco, está hecho de plumas piliformes y su longitud varía entre 50 cm (kiwi moteado menor) y 70 cm (kiwi común).

Los kiwis viven en las zonas boscosas, aislados o en parejas, y durante el día permanecen ocultos en el sotobosque, camuflados por su plumaje críptico. Cuando cae la noche, abandonan su refugio y, con el pico cercano al suelo, caminan en busca de su alimento que consiste en lombrices, escarabajos y otros insectos, adultos o larvas, arañas, animales acuáticos y bayas caídas a tierra. Detectan la mayoría de sus presas, y especialmente las que se hayan bajo tierra, sirviéndose de sus narinas que, dotadas de una gran capacidad olfativa, se sitúan en el extremo de su pico.

La hembra pone uno o dos huevos enormes, los mayores del mundo de las aves en relación al tamaño en el caso del kiwi moteado común, y deja al macho, más pequeño, la tarea de incubarlos y de proteger a los pollos.

Kiwi, de Nueva Zelanda

- Madagascar: los lemuroideos


Los variadísimos ecosistemas de Madagascar, incluidas sus esquilmadas pluvisilvas, deben su fama a un grupo de mamíferos que pertenecen al mismo orden que nosotros –primates– pero que todavía muestran algunos rasgos primitivos, como el hocico alargado y la nariz húmeda que indican un comportamiento muy ligado al olfato. Son los lemuroideos.

+ Los lemúridos: el lémur negro, el lémur manso dorado y el lémur de cola anillada


La familia más importante de este grupo es la de los lemúridos, exclusiva de Madagascar y con especies tan amenazadas como el lémur negro (Lemur macaco), primate de acusado dimorfismo sexual ya que el macho es negro y la hembra rojiza o parda; el lémur manso dorado (Hapalemur aureus) que fue descubierto en 1985.

También pertenece a esta familia el maki o lémur de cola anillada (Lemur catta); es especialmente notable por sus combates de olor: cuando dirimen sus cuestiones territoriales, los machos que no resuelven la contienda mediante señales puramente intimidatorias pasan a una fase más agresiva que consiste en esgrimir hacia el oponente la cola bien untada de una secreción apestosa hasta hacerle huir.

+ Los índridos: el indri y el sifaka de Verreaux


Otra familia exclusivamente malgache es la de los índridos, una de cuyas especies más conocidas es el indri (Indri indri), primate que defiende su territorio con una serie de aullidos modulados e intensos que pueden oírse a dos kilómetros de distancia.

Otro índrido notable es el sifaka de Verreaux (Propitechus verreauxi), que también emite potentes vocalizaciones –una de ellas le ha valido el nombre de sifaka–, que es capaz de saltar de rama en rama hasta 10 metros de distancia y que, cuando se ve obligado a desplazarse por el suelo, lo hace en posición bípeda, dando saltos con los brazos abiertos para equilibrarse.

+ Los daubentónidos: el ayeaye


La tercera familia exclusivamente malgache es la de los daubentónidos, cuya única especie, el ayeaye (Daubentonia madagascariensis), es una de los primates más extraños del mundo: grandes orejas de murciélago, incisivos enormes que crecen continuamente son algunos de los rasgos de este insólito mamífero.

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