sábado, 18 de abril de 2015

Características físicas y químicas de los lagos

Las principales características fisicoquímicas consideradas en el estudio de los lagos son las que hacen referencia a la naturaleza de movimientos que afectan a las aguas lacustres. Éstas son: la salinidad, la temperatura, la turbidez y el color, y los movimientos.

Mar Muerto, salinidad y lagos
Sobre estas líneas, el mar Muerto entre Jordania e Israel. En realidad se trata de un lago que no tiene emisarios, pero sí afluentes. El clima cálido y seco de esta región produce una elevada evaporación y hace aumentar la concentración de sal en el agua (que llega el 275 por 1000).

- La salinidad en los lagos


La salinidad, que se expresa en partes por mil, es la cantidad de gramos de sales disueltas en 1.000 gramos de agua.

Normalmente, para las aguas dulces es muy baja (aproximadamente el 5 por mil, es decir, 0.5%), mientras que es mucho más elevada en las aguas saladas de mares y océanos (35 por mil, es decir, 3.5%).

+ Variabilidad extrema en los valores de salinidad de las aguas de los lagos


Las aguas de los lagos presentan valores de salinidad extremadamente variables. Así, los lagos cerrados, con escaso aporte de agua dulce, consiguen, por evaporación, salinidades incluso muy superiores a las de las aguas marinas. Es el caso del mar Muerto (que en realidad es un lago, pues es una cuenca aislada situada entre Israel y Jordania), que por la elevada temperatura y el escaso aporte de agua dulce muestra valores de salinidad bastante superiores al 100 por mil; mientras que los lagos abiertos, por los que el flujo de agua es constante y muy abundante, presentan un contenido en sales característico de las aguas dulces e igual o muy similar a los de los cursos de agua.

- La temperatura en los lagos


Depende del clima, de la posición geográfica y de la profundidad del lago, de la cobertura vegetal de la orilla y, obviamente, de la temperatura de las aguas de los afluentes. Las aguas de los lagos muestran una estratificación en función de la temperatura. Así, la densidad aumenta al disminuir la temperatura, llegando al valor máximo a los 4 ºC en el caso del agua dulce. El aumento de densidad al bajar la temperatura genera una migración hacia el fondo de las aguas frías, esto provoca condiciones distintas dependiendo de la temperatura del aire. Así, en las zonas subpolares o muy frías, en las cuales la temperatura del aire es casi siempre de 4 ºC, la temperatura del agua aumenta desde la superficie hasta el fondo, donde se recoge el agua más densa a 4 ºC de temperatura, esta situación corresponde a una estratificación inversa; en cambio, en las regiones tropicales o ecuatoriales, donde el aire presenta una temperatura siempre superior a 4 ºC, el agua de los lagos muestra valores decrecientes de temperatura, que en el fondo es aún igual a 4 ºC (estratificación normal); en las regiones templadas se dan situaciones alternas con estratificación inversa en invierno y normal en verano.

En los lagos templados se pueden individualizar tres capas o estratos: epilimnio o estrato superficial, rico en oxígeno, hipolimnio o estrato profundo, rico en sustancias orgánicas, termiclino o estrato intermedio en el cual varía la temperatura y bloquea el intercambio de agua entre el hipolimnio y el epilimnio; sólo en primavera y en otoño se dan condiciones de temperatura igual en el fondo y en la superficie, que permiten el establecimiento de movimientos verticales de agua y de oxígeno y sustancias nutrientes.

- La turbidez y el color en los lagos


Las aguas de los lagos contienen una gran cantidad de partículas en suspensión que influyen notablemente sobre la transparencia, en general muy inferior a la del agua del mar. El color depende de las sustancias químicas disueltas en el agua o de los fangos presentes en suspensión traídos por los afluentes o por las lluvias. Las aguas pueden ser limpias y azules en los lagos de montaña o marrones, en los lagos donde las cloacas urbanas aportan grandes cantidades de material orgánico.

- Los movimientos en los lagos


Movimientos como las olas, las corrientes y las mareas que afectan los océanos y los mares no son relevantes excepto en lagos de muy grandes dimensiones (por ej., el mar Caspio, o los grandes lagos de Norteamérica). Típicas de los lagos son las oscilaciones periódicas del nivel de las aguas: después de un intervalo de tiempo característico para cada lago, y en función de su forma y dimensiones, el nivel de agua sube unos centímetros en una orilla mientras que al mismo tiempo baja unos centímetros en la otra. Esto ocurre en intervalos de tiempo regulares. Estos movimientos se originan sobre todo por variaciones de presión atmosférica que también afectan a los mares y océanos, donde, sin embargo, estos movimientos son enmascaradas por otros mucho más intensos.

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