domingo, 22 de febrero de 2015

Mimetizarse o camuflarse para sobrevivir

Los fenómenos del mimetismo y de la cripsis hallan en las selvas pluviales su grado más alto de expresividad: colores crípticos que imitan los de la vegetación (caso de las mantis, de escarabajos y mariposas nocturnas, de varios reptiles y anfibios); comportamientos de intimidación que convierten en aterradoras a especies inocuas; humores repelentes o fieros aguijones que se acompañan de coloraciones advertidoras; especies inofensivas que mimetizan a las que están realmente protegidas: todas estas adaptaciones garantizan unas mayores probabilidades de supervivencia.

Mantis y mimetismo para sobrevivir

- Extrañas alianzas entre plantas y animales


A veces se crean extrañas alianzas entre plantas y animales: así, algunas epífitas asiáticas ofrecen hospitalidad a los insectos a cambio de protección contra eventuales depredadores; algunas plantas (las Cecropia de América tropical) incluso vacían las espinas de su contenido para alojar a las hormigas.

- Diversidad de insectos en la selva pluvial


Aunque la selva pluvial está poblada por animales de las más diversas clases, la más numerosa es la de los insectos: las mariposas exhiben en ella sus libreas más vistosas y llamativas; libélulas, mantis, saltamontes, mosquitos, moscas, chinches y sobre todo coleópteros (que con sus millones de especies, la mayoría desconocidas, es el orden de animales más diversificados del planeta) juegan al escondite con sus depredadores habituales, confiando en sus hábitos miméticos o crípticos con que los ha dotado la naturaleza.

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